“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…”. Así comienza la genial obra literaria Don Quijote de la Mancha, la novela que narra las aventuras de Don Alonso Quijano, “El Quijote”. Este es uno de los inicios de novela más famosos de la historia, y lo traemos a colación porque hay quien dice que ese lugar de La Mancha es Mota del Cuervo, en la provincia de Cuenca. Hoy queremos explicarte qué ver en Mota del Cuervo y por qué es tan interesante este pueblo.
Antes de empezar, conviene señalar que la relación entre Cervantes, o más concretamente “El Quijote” y Mota del Cuervo es total, pues existe una ruta cervantina que permite conocer algunos de sus grandes atractivos: los molinos de viento, el Mirador de La Mancha o el Centro de Interpretación “Tierra de Gigantes”.
Mucho más que El Quijote
La historia de esta localidad conquense va mucho más allá de su vinculación con El Quijote. De hecho, la pregunta de qué ver en Mota del Cuervo no tiene como principal respuesta conocer más sobre Cervantes, sino descubrir sus famosos molinos.
Este municipio tiene como rasgo más reseñable sus siete molinos de viento que son una de las grandes postales e imágenes icónicas de Castilla La Mancha.
Y tal es el orgullo que sienten los moteños por estas construcciones que uno de ellos, el molino El Gigante, es la sede de la oficina de turismo municipal. De todos los que quedan en pie, solo tres son visitables: El Gigante, El Goethe y El Piqueras. Y solo uno de ellos, El Zurdo, es original. El resto son reconstrucciones que siguen el esquema tradicional para preservar así el atractivo cultural.
Los molinos están divididos en tres plantas: la planta baja con una escalera de caracol que da acceso a la camareta o primera planta y a la planta superior, que era la que albergaba la maquinaria y los ventanillos por los que entraba el viento para poner en funcionamiento un engranaje de casi cien piezas. El viento actuaba como motor, pues la energía generada servía para hacer girar la rueda que hacía mover la piedra para convertir el trigo en harina.
De los molinos no se conoce a ciencia cierta su historia, pero una teoría muy extendida es que su origen se remonta al siglo XVI, cuando una terrible sequía fue el motivo que llevó a su construcción en lugares elevados para aprovechar la fuerza del viento.
Además, Mota del Cuervo es conocida cariñosamente como “el Balcón de La Mancha” por sus vistas a la extensa llanura en la que se ven otros municipios como Belmonte, Las Pedroñeras, El Provencio, Villarrobledo, Tomelloso, Pedromuñoz, Pedernero, o incluso Despeñaperros, cuando la meteorología lo permite.
¿Dónde está Mota del Cuervo?
Este municipio está enclavado en el suroeste conquense, en la convergencia entre las provincias de Ciudad Real, Albacete, Toledo y la propia Cuenca. La distancia que la separa de la capital son unos 100 kilómetros, y dista de Madrid a aproximadamente 150 kilómetros. Igualmente, está a menos de 150 kilómetros de las tres capitales manchegas.
El municipio está en las faldas de una pequeña sierra que limita al norte con Los Hinojosos (Cuenca), al sur con Socuéllamos y Pedro Muñoz (Ciudad Real) y al oeste con El Toboso (Toledo), otra histórica localidad cervantina.
Otros municipios pertenecientes a la provincia que están próximos a Mota del Cuervo son Belmonte, Villaescusa de Haro o San Clemente. Desde Casa Herreros te invitamos a visitar el Castillo de Belmonte, pues es uno de los mejor conservados en toda la comunidad autónoma manchega.
Asimismo, te animamos a poner el foco en Casa Herreros como destino de alojamiento si estás visitando la zona. En nuestra casa rural vas a encontrar la estancia perfecta para decir adiós al ruido y las preocupaciones, y disfrutarás de un ambiente de paz, serenidad, arquitectura, gastronomía, mucha cultura y un sinfín de comodidades. Si quieres saber más sobre nuestra oferta, contactanos.
¿Qué ver en Mota del Cuervo?
El Balcón de La Mancha es un pueblo en el que convivieron pacíficamente durante siglos las tres grandes religiones monoteístas: la judía, la cristiana y la musulmana.
Fruto de ese legado el municipio conserva un interesante núcleo de casas señoriales con portalones, rejas y blasones. Para contemplar algunos de estos edificios lo mejor es pasear por la Plaza Mayor o de Cervantes y las proximidades al ayuntamiento.
Entre sus edificios destacan el antiguo hospital de los Pobres, construido entre los siglos XV y XVII; la iglesia de San Miguel Arcángel, con sus dos portadas (también de esa misma época); y las Casas Cueva. Y es que en Mota del Cuervo hay algunas viviendas construidas en la propia roca, una reminiscencia histórica que suma un atractivo más a este municipio.
Otro rincón interesante es el barrio de las canterías y las alfarerías, de origen mudéjar. En esta zona del pueblo se pone de manifiesto el capital histórico y cultural que acumula la localidad. En el barrio el lugar más destacable es el Museo de la Alfarería, que, aunque no es muy grande, sí ofrece muchos detalles sobre esta industria y sus orígenes en la zona.
Fuera del núcleo urbano, a unos 10 kilómetros al sur y cerca de Pedro Muñoz encontramos la Laguna de Manjavacas, un espacio natural que es zona de paso para miles de aves migratorias cada año. En esta misma área se localiza la Ermita de Manjavacas, el lugar de celebración de las fiestas patronales de Mota del Cuervo.
Ya sabes qué ver en Mota del Cuervo y que este pueblo es mucho más que ese lugar de La Mancha con el que se inicia El Quijote. La localidad es todo un tesoro en la provincia de Cuenca e invita a la paz, la desconexión y al deseo por conocer más sobre las formas de vida tradicionales. ¿Te apetece descubrir todos sus encantos?